La formación y promoción de artistas en Iberoamérica han estado por años bajo la responsabilidad y el acompañamiento de los entes gubernamentales. Esto hace que cuando hablemos de gestión cultural o políticas culturales nos remitamos al Estado a fin de averiguar qué se está haciendo en pro de la creatividad. Sin embargo existen, aunque en menor medida que los países anglosajones, una cantidad considerable de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que se dedican al fomento de las prácticas artísticas en sus regiones.

Uno de los mayores inconvenientes que encuentran los artistas y formadores cuando acuden a las instituciones gubernamentales es la falta de continuidad en las políticas culturales que sucede cada vez que son cambiados los representantes políticos en sus respectivas elecciones, esto ha hecho que cada día surjan más ONG conformadas por artistas y gestores culturales preocupados por mejorar esta labor y profesionalizarla con proyectos más estables y duraderos, “hoy en día tiene más importancia por ejemplo en Barcelona la Fundación La Caixa que la concejalía de cultura, tiene más dinero” (^{Martinell, 2006}, p. 102)

Otro inconveniente que encuentran artistas, gestores y creadores es la marcada transmisión ideológica dentro de la gestión cultural, muchos Estados confunden políticas culturales con política, olvidando que “cuando hablamos de políticas culturales no estamos hablando de lo que hacen unos políticos, sino de lo que hacen los agentes sociales”; o conceptualizan el término cultura de forma errada, otorgándole infinidad de acepciones con el fin de amoldarlo a sus visiones políticas, pero “podemos tener cualquier definición de cultura, pero ninguna puede sostenerse si no hay un proceso de creatividad, expresividad, si no hay arte.” (^{Martinell, 2006}, p. 103). En cualquier caso, la cultura es una hibridación entre lo tradicional, lo moderno, lo popular, lo global y lo local (^{García Canclini, 1989})

A pesar de que las ONG surgen como alternativa no gubernamental, no dejan de trabajar de la mano del Estado, pues se entiende que la promoción de la cultura tiene dos actores: el Estado y la empresa privada. Entender esa premisa es clave para el mantenimiento y fortalecimiento de cualquier ONG, ninguna organización de este tipo consigue sobrevivir sin el entendimiento de estos dos importantes actores que son de vital importancia para la democratización del conocimiento artístico y cultural.

La Fundación Cultural Bordes es una ONG surgida en San Cristóbal, Venezuela, con el fin de responder a algunas de estas necesidades, generando espacios donde no sólo el artista, sino la gestión cultural se vean favorecidas. Durante la observación del funcionamiento de esta organización en las distintas actividades que desempeña, fue resaltante la labor de supervivencia que desempeñan gestores y artistas con poca experiencia en finanzas. El tema financiero es otro punto clave en la gestión cultural, sobre todo en la no gubernamental, pues deben tomar de todas las partes posibles, esto incluye, como no, empresa privada y Estado.

CONTEXTO DONDE SE DESARROLLA LA FUNDACIÓN CULTURAL BORDES

La ciudad de San Cristóbal se encuentra en el estado Táchira en Venezuela, región andina, donde prevalece un predominio montañoso, en esta ciudad hacen vida un total de 11 casas de estudios universitarios de las cuales 6 de ellas son públicas y 5 privadas, si ampliamos el espectro a las zonas aledañas, la cifra supera las 20 universidades circundando la nombrada ciudad. En la mayoría de estas casas de estudio ofertan carreras enfocadas en las Ciencias sociales y humanas en donde se adscriben las artes y la cultura, sin embargo, no existe en la oferta de estas universidades estudios formales sobre estas dos importantes disciplinas humanas .

Fuera de las instituciones educativas, la región cuenta con una oficina de cultura gubernamental que se encarga de apoyar las manifestaciones culturales desde un enfoque oficial, bajo las directrices del Estado. Organiza una cantidad considerable de eventos de carácter cultural al año y apoya proyectos culturales que surjan en la región. En el área artística la región cuenta con numerosas agrupaciones dedicadas a las artes escénicas, a la literatura y a la música académica; además también se pueden encontrar gran cantidad de artistas plásticos, algunos con proyección internacional que han tenido exposiciones fuera del país. En cuanto a instituciones de promoción cultural, la ciudad cuenta con una buena cantidad de entidades gubernamentales como el Museo del Táchira, el Museo de las Artes Visuales y del Espacio, la Escuela Regional de Teatro; y de Organizaciones no gubernamentales como Conéctate y Convive y Masato Cultural. Pero, al igual que sucede con las mencionadas universidades, ninguno de estos presenta proyectos de educación formal o informal en arte y cultura.

La ONG Bordes que nació en el año 2011 tiene como una de sus misiones llenar el vacío académico en las áreas de estudios en arte y cultura que presentaba la región para ese momento. Al día de hoy mantiene, como explica la directora de la institución, tres ejes fundamentales de acción: promoción, formación e investigación en las áreas del arte y de la cultura.

Los espacios utilizados para los eventos son la mayoría de las veces los de la Universidad de Los Andes (ULA) en donde se montan las exposiciones e instalaciones de artistas plásticos y visuales, además en esos mismos espacios se presentan los artistas escénicos y los performance y los grupos musicales. La mayoría de estas presentaciones artísticas se llevan a cabo en los patios, pasillos, baños y áreas verdes de la universidad, mientras las ponencias se realizan en auditorios cerrados de la misma universidad (ver fig.1).

Otros espacios que suelen utilizarse para los eventos desarrollados por la fundación son el Museo del Táchira, la Cinemateca del Táchira, La Galería - Café Bordes, la sala de teatro de la Universidad Nacional Experimental del Táchira y las instalaciones de la Escuela Regional de Teatro (ver fig.2).

FORMAS DE LA GESTIÓN EN EL EJE DE PROMOCIÓN CULTURAL DE LA FUNDACIÓN CULTURAL BORDES

La principal línea de acción de esta organización es la promoción cultural, se entiende aquí que, como indica ^{Martinell (2006}), “en la cultura es necesario una gran estrategia de difusión cultural, es decir, los canales de difusión, de extensión, de democratización que permiten llegar al máximo número de gente” (p. 106), atendiendo a la primera de las estrategias propuestas por el autor para el desarrollo de políticas culturales efectivas. La promoción cultural tiene para esta organización como fin “apoyar todas las expresiones artísticas, artistas, formadores e investigadores del mundo cultural local y regional. A través de la difusión de actividades por diversos medios y el desarrollo de prácticas de lectura y apreciación artística como la crítica, reseña, catálogo, exposiciones, muestras, curadurías, etc. “ (Fundación Cultural Bordes, s.f, s.p)

El evento principal de esta organización se realiza en los meses de octubre y noviembre de cada año, allí se reúnen durante tres días investigadores, curadores, artistas, estudiantes y público en general en torno a un tema. En el año 2013 se observaron investigaciones orientadas a revisar las categorías “Vacío” y “Devoración”, se abordaron desde distintas disciplinas como el psicoanálisis, la antropología, sociología, semiótica, literatura, comunicación y las mismas prácticas artísticas.

Para el año 2014 el tema central giró en torno a los mitos modernos y postmodernos, las prácticas artísticas contemporáneas, la inclusión de las nuevas tecnologías en el arte y la relación del ser humano con ellas. En el año 2015 se trató el conflicto entre lo local y lo global en donde se buscaron puntos de encuentro entre estas dos formas de concebir la cultura.

Las estrategias de difusión cultural en esta fundación consisten no solo en la creación de eventos y encuentros entre artistas, público, estudiantes e investigadores, sino también en la creación de espacios de divulgación a través de los mass media, atendiendo a la cuarta estrategia propuesta por ^Martinell, para quien se trata de “la más significativa en el momento actual y la menos valorada (…) estrategia de comunicación” (p. 103). La organización hace uso de las redes sociales Twitter, Facebook, Instagram y Youtube donde constantemente se promocionan eventos de índole cultural. Además la página web es alimentada con publicaciones de divulgación pertenecientes a los géneros crónica, reseña, reportaje y entrevista.

Varios de los miembros de la fundación fueron en alguna oportunidad público asistente, estudiantes e incluso artistas que toman de los eventos organizados el material investigativo para desarrollar sus actividades artísticas. En la segunda estrategia propuesta por ^Martinell, el autor comenta la importancia del “fomento y la ayuda a la creación, porque si creamos estructuras de difusión muy amplias y no tenemos creación estas estructuras de difusión las llenarán otros fabricantes de símbolos, otra expresividades” (p. 104).

En el año 2015 se presentó la obra teatral “Una cabra a la izquierda”, escrita por Annie Vásquez y dirigida por Alexandra Valencia, ambas miembro de la fundación, en la obra se presenta el conflicto de la existencia advirtiendo el peligro de la clonación y la manipulación genética, con una representación personal de la famosa Oveja Dolly (ver fig.3).

La mediación artística como eje de formación en la Fundación Cultural Bordes

La tercera gran estrategia de esta formación es la capacitación, es la educación en el campo de la cultura, es decir, dar habilidades o facilitar los procesos de adquisición de habilidades que a uno le permitan leer la difusión cultural y usar el lenguaje y expresarse, que es una forma de libertad y es una forma de democracia cultural, de alfabetización cultural. (^{Martinell, 2006}, p. 105)

El arte como mediación se caracteriza por el fomento prácticas artísticas transformadoras “que surgieron a finales de los años 60, donde se implican la participación de un público (principalmente perteneciente a ámbitos sociales, educativos o clínicos), cuyo objetivo suele ser la inclusión, el bienestar o alcanzar una mejora social a través del arte.” (^{Casas, 2016}, s.p), estas prácticas están marcadas por la democratización de las artes en su interacción con públicos no familiarizados con las manifestaciones artísticas son conocidas como Arte público.

El término Arte público fue acuñado por Susan ^{Lacy en el año 1995} en su obra New Genre public art (Arte público de nuevo género), intentando definir un movimiento creciente en los Estados Unidos que involucraba más al artista con sus comunidades y hacía al ciudadano común partícipe del proceso artístico, en su mayoría desde una perspectiva contemplativa. Otro concepto íntimamente relacionado con las mediaciones artísticas es el de Arte Relacional, acuñado por Nicolás ^{Bourriaud en el año 2004}, quien definió este arte en términos de interacción y participación del público en las prácticas artísticas.

El eje de la formación artística y cultural en la Fundación Cultural Bordes está marcado por estas dos tendencias o paradigmas, muchos de los eventos organizados por dicha fundación tienen un enfoque didáctico donde se busca la consecución de experiencias significativas en los participantes y así “contribuir significativamente con la formación de creadores, investigadores, promotores culturales y espectadores” (Fundación Cultural Bordes, s.f, s.p). A propósito de la importancia de la formar espectadores, ^{Martinell (2006}) señala “la formación es fundamental tanto para el que expresa como para el que recibe” (p. 106)

El evento central, el Seminario Bordes (ver fig.4), suele realizarse en espacios no convencionales de la Universidad de Los Andes, allí el transeúnte incauto es interpelado por la obra de arte y en muchas oportunidades se encuentra con el artista (ver fig.5). Esto genera un espacio de intercambio insospechado donde el público y la comunidad académica se relacionan con el artista y su obra, entre ambos existe un aprendizaje que se inscribe en las prácticas pedagógicas informales.

Durante los eventos principales de la organización, tanto el Seminario Transdisciplinario Bordes como el Festival de Cine Arte, se realizan talleres donde se forma a la comunidad asistente y a los estudiantes en la crítica de arte, la apreciación del hecho artístico y el proceso curatorial. Uno de los más resaltantes es el enlace con la Escuela Técnica Robinsoniana Juan Antonio Román Valecillos, donde un grupo de estudiantes de esa institución educativa son recibidos cada año por la fundación durante los días que dura el seminario para ser formados en procesos museográficos y curatoriales. Entre los años 2013 y 2015 fueron atendidos 33 estudiantes con edades comprendidas entre los 15 y 17 años (ver Fig.6).

Las mediaciones artísticas en Latinoamérica han venido cambiando con los años, ahora se atiende a la mediación no solo desde la práctica pedagógica del arte, sino desde el diálogo transformacional y educativo con el público, tal es el caso de Chile donde “distintas instituciones nacionales han decidido en los últimos años concentrar esfuerzos en el desarrollo de iniciativas de mediación con sus públicos, pero ya no desde un punto de vista únicamente pedagógico, sino propendiendo al diálogo y reflexión” (^{Girardi et al, 2015}, s.p)

Durante los tres días de eventos artísticos del Seminario Bordes se realizan diálogos entre los artistas, investigadores y público asistente después de cada presentación. Estos diálogos constructivos son promovidos por los organizadores quienes advierten al público antes de cada presentación que habrá un espacio de 5 minutos para el intercambio con el artista, en este proceso los estudiantes y público asistente aprovechan para entender un poco más sobre la obra y el proceso investigativo que llevó al artista a desarrollarla; el artista a su vez aprovecha este diálogo para conocer la visión que tiene el público de su obra (ver fig.7).

No sólo en el lapso que dura el seminario la Fundación Cultural Bordes genera espacios formativos, en el resto del año organiza diferentes talleres de apreciación artística, festivales de cine, cineforos y registros tanto escritos como audiovisuales de manifestaciones culturales que han atendido una importante cantidad de personas en la ciudad (ver cuadro Nº1). En esto último, en los registros, se concentra otra parte importante de la formación cultural desarrollada a través de esta organización, pues muchos de estos registros son elaborados por estudiantes que son formados por la fundación, llevando sus conocimientos de la teoría a la práctica.

Población atendida por la gestión cultural de la Fundación Bordes en todas sus actividades culturales por año (2013 - 2015)

Año

Artistas

Investigadores

Estudiantes

Público

Total Año

2013

283

198

213

323

1017

2014

294

206

224

335

1059

2015

285

201

215

324

1025

Totales

862

605

652

982

3101

Cuadro Nº 1 Población a la que impacta el proyecto cultural de la Fundación Bordes

La Fundación Bordes mantiene activo un grupo de investigación transdisciplinar en Estudios Culturales, provenientes de áreas del conocimiento tan variadas como la Psicología, Literatura, Antropología, Sociología, Lingüística, Historiadores del arte, Cineastas, Comunicadores sociales, artistas visuales, artistas escénicos, artistas plásticos y escritores; quienes realizan investigaciones todo el año en temas generales, y cada año escogen una línea temática específica que será trabajada durante todo el año y que marcará la tendencia del Seminario, el Festival de Cine y la Revista de Estudios Culturales (Ver fig. 8 y fig.9).

Fortalezas y debilidades halladas en la gestión cultural de la Fundación Cultural Bordes durante el período de observación.

Todo grupo que emprende un proyecto cultural encuentra en el camino situaciones que van dinamizando su funcionamiento, de manera que cuando abordan un hecho cultural lo hacen desde las nuevas formas de funcionamiento que van adoptando. La gestión cultural es un proceso de aprendizaje no sólo para el atendido, sino para el gestor cultural.

En la observación de las labores culturales realizadas por la Fundación Cultural Bordes se pueden identificar debilidades y fortalezas (ver cuadro Nº 2), producto ambas de la experiencia, las debilidades surgen muchas veces del crecimiento exponencial de las organizaciones y el espectro que abarca, mientras las fortalezas surgen de la consecución de medidas efectivas que se logran mantener en el tiempo.

Fundación Cultural Bordes

Fortalezas

Debilidades

Posee un equipo humano entre estudiantes, artistas e investigadores bastante comprometidos con la gestión cultural y las actividades de la fundación.

No posee una infraestructura propia, funcionan en una sola oficina, lo cual dificulta muchas veces que se puedan dividir las actividades entrecruzando las funciones de los departamentos.

Desarrolla y promueve actividades en casi todas las áreas artísticas.

Aún no consigue auto sustentarse, por lo cual se le dificulta la realización de varias actividades. El apoyo gubernamental no es constante y el de la empresa privada es insuficiente.

Forma estudiantes de niveles de educación secundaria y universitaria, tanto en la gestión como en la investigación cultural.

Varias veces la magnitud de los eventos realizados por la fundación rebasan las posibilidades del equipo, aun estando todos los miembros de acuerdo en que así sea.

Tiene un equipo de registro cultural tanto escrito como audiovisual bastante complementado.

El impacto del proyecto se limita a los espacios universitarios y museográficos. La comunidad aledaña muy poco se involucra, y aunque se generan espacios de intercambio significativos entre estudiantes, investigadores, artistas y asistentes; las comunidades cercanas se desentienden.

Está bien estructurado con varios departamentos y funciones con sus respectivos responsables.

Los responsables de los departamentos se repiten en varios de ellos, lo que promueve sobrecarga y además confusión entre los artistas y asistentes cuando tienen requerimientos.

Los estudiantes que colaboran con la fundación son becados para asistir a los eventos, talleres y todas las actividades formativas.

Desarrollo de actividades de gestión cultural en una ciudad sin una institución con estudios formales en el tema, con lo cual muchas veces deben improvisar y aprender en el camino.

La mediación artística en la formación de gestores culturales conformado por estudiantes bastante jóvenes con edades entre 15 y 17 años es el valor formativo más importante de la fundación.

No existe un formato establecido para el ingreso de los jóvenes en calidad de becarios, muchos de estos procesos suelen realizarse de manera informal, lo cual dificulta el registro tanto de las actividades como de los logros y alcances de estos procesos.

El proyecto investigativo desarrollado es bastante interesante con una visión muy particular de los Estudios Culturales, pues se enfoca en el diálogo entre investigadores de áreas muy diversas, junto con artistas, estudiantes y público general desde los Bordes del conocimiento, lugar donde según los investigadores de la fundación todas las áreas del conocimiento, sea artístico o académico se encuentran.

A pesar de que muchos de los procesos que se suceden dentro de la fundación están completamente sistematizados y organizados de manera de conseguir la mayor eficiencia posible, carecen de un manual de acción o procedimientos que sirva de guía para los nuevos miembros. Simplemente son informados por los más antiguos de los procesos que se llevan a cabo y van aprendiendo sobre la marcha.

Cuadro Nº 2 Debilidades y fortalezas del proyecto cultural de la Fundación Bordes

Las políticas culturales desarrolladas desde la Fundación Cultural Bordes han tenido un impacto cultural en una población que se encontraba desatendida de las prácticas artísticas y culturales, generando espacios de experiencias significativas entre los participantes. Es muy posible que proyectos como éste puedan encontrar réplica en otras latitudes, siempre y cuando logre superar las dificultades y mantenerse en el tiempo, así como obteniendo una mayor divulgación.